En la loma de las cometas
Mi abuelo y yo descifrábamos el cielo atravesado entonces por pájaros enormes.
Los gritos de los carros eran eco gastado
Torbellino anónimo en la curva de herradura.
Mi abuelo y yo tomados de la mano
Éramos el primero
El último
Y el único amor
Sobre la loma sostenida por cometas.
[Poema del libro La mirada de sal]